Si por Diego Serrano fuera, la vida estaría compuesta por jamón ibérico bien cortado, eternos domingos de fútbol y una familia bien avenida. Tradicional, conformista, pragmático, impulsivo, bruto y tierno; este hombre tiene dos únicas (pero importantes) preocupaciones en la vida: la familia Serrano y el Real Madrid.
La piedra angular de esta casta tan ibérica nació hace más de 50 años y se crió en un barrio ficticio, en la periferia de la capital, Santa Justa. Mal estudiante e inculto (no tiene el graduado escolar), Diego Serrano es el paradigma obrero de hombre trabajador y buena persona. Su trayectoria personal es lo que le convierte en un personaje poco convencional. En su juventud, mientras trabajaba de camarero en la taberna familiar (empleo que le durará toda la vida) consiguió enamorar a la chica lista del barrio, Lucía (Belén Rueda en la serie), que terminaría por dejarlo (lógico hasta aquí) para irse a estudiar a Barcelona.
Lo excepcional es que, muchos años después, cuando Diego se encuentra viudo y con tres hijos (Marcos, Guille y Curro), allá por la primera temporada, sucede que reaparece en su vida una Lucía recién divorciada (madre de dos hijas) llamando a la puerta del viejo amor en nombre de los buenos recuerdos. Como si de una serie de televisión se tratase, la extraña pareja (él, un rudo camarero y ella, la profe más moderna del instituto) retomarán su romance con la ilusión del primer día de clase, a pesar de sus sendos fracasos. La convivencia y el matrimonio están servidos.
Otra oportunidad
Y ahora, sí. Uno más uno son siete. ¿Quién se lo iba a decir? El bueno de Diego se convierte en padre de una camada de chavales (dos chicas y tres chicos) que no tardarán en enamorarse entre sí y dar a este padre afligido disgustos de todos los colores. Desde ese momento, la vida de este tabernero de Santa Justa es un embrollo perpetuo. Su corazón se ha agitado como una coctelera y ha estado varias veces al borde del infarto como cuando se enteró del amor entre los hermanastros Eva y Marcos. "Que es tu hermana, coño, que es tu hermana", le gritaba Diego a su apasionado hijo mientras se apretaba el pecho para evitar un infarto que finalmente llegó, propiciado no sólo por los sobresaltos sino también por el colesterol.
Viudo en dos ocasiones, Diego no cierra las puertas al amor
Sus otros dos hijos, Guille y Teté también vivieron su propio 'affaire'. Una historia adolescente que Diego no podía dejar de encontrar pecaminosa y cercana al incesto. Entre tanto, Eva y Marcos se fueron a vivir a Francia y se encargaron de hacerle abuelo para ayudarle a digerir los devaneos del pequeño.
Para sobrevivir a esta familia, Diego necesita un buen elenco de cómplices. Encabeza la cuadrilla su hermano Santi (más bruto que él y compañero de fatigas y trabajo); Fiti, su colega mecánico, otro inculto casado con una profesora; Fermín (digo, Fernando), el psicólogo del colegio de sus hijos convertido en paño de lágrimas y asesor matrimonial de este padre superado... Y, cómo no, su mujer, Lucía.
Sin embargo, la tragedia más oscura llegará a Santa Justa con el accidente mortal de su compañera. Belén Rueda sale de escena y familia y serie quedan huérfanas. Sin embargo, y después de caer a lo más hondo, Diego es rescatado por sus amigos y se atreve a volver a intentarlo. ¿Te vas a perder